lunes, 24 de septiembre de 2012

Take me home, country roads

“Con las botas color rojo que acababan de obsequiarme, escogí un camino al azar y comencé la caminata que esperaba me llevara tan lejos que estaría lo suficientemente cerca de mi hogar“


Hoy fue un día despejado. Despejado dentro mi mente, porque en realidad los cielos estuvieron nublados y la lluvia y el viento se encontraron presentes el día entero.
No, no me molesta el clima. Hasta ahora me gusta, aunque sea frio, para mí no tiene pinta de ser gris.
Hoy me encontré a mí misma caminando con una sonrisa, cantando sin importarme nada. La escuela había sido aburrida, el camión se había ido sin mí, después llovió y el viento me enredó el cabello. Hacía mucho frío y traía poco dinero.
Llegué feliz a casa, cené con gusto y después reposé en la mesa, con mis padres adoptivos, a ver la lluvia a través del ventanal y escuchar una canción muy reconfortante en la radio. Sonreí, no para mis adentros, si no hacía afuera. Y les dije que me encontraba contenta. Sonrieron también y agradecieron mi comentario. Seguí sonriendo. Les dije que el clima me gustaba. Me dijeron que querían ver si volvía a decir lo mismo en Diciembre.


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