viernes, 26 de diciembre de 2014

Fredy

No me importa llenar mi blog y mis libretas de él. Ni dedicar mis horas a pensarlo, ni mis sueños a soñarlo. Mi vida está llena de él y voy a gritarlo por todos lados mientras pueda.

Fredy es vida, es sonrisas, es viajes por la ciudad, es música, es amor. Fredy es abrazos cálidos, manos traviesas y miradas pícaras. Fredy es curioso, tranquilo, cariñoso, simple. Es positivo, inteligente, soñador y dedicado. Fredy suele ser muy impuntual y a veces olvida ciertas fechas importantes. Fredy es bueno mintiendo y critica la ropa de la gente. Fredy puede ser la persona más paciente conmigo y también la más impaciente con los conductores de Morelia. Fredy se estresa cuando no le digo lo que pasa por mi mente y cuando lo hago feliz le encanta hacerme cosquillas.
Fredy me adivina el pensamiento a veces antes de que piense las cosas. Fredy siempre quiere lo mejor para mí. A Fredy le gusta ver a la gente feliz y hace lo posible porque todo el mundo sonría. Fredy tiene buen gusto para vestir y para elegir el vino. Fredy es muy egocéntrico.
Fredy es tantas cosas.
Fredy es mi vida.

A Fredy y a mí nos gusta ir a la parte de atrás de la plaza de altozano. A Fredy y a mí nos gusta ver películas aunque rara vez terminamos de verlas. A Fredy y a mí nos gusta la cerveza, el chocolate y el tequila. Fredy y yo disfrutamos del bar de Emiliano's. Fredy y yo sabemos sacarle provecho a los Martes y a los Jueves... y en ocasiones a otros días de la semana. A Fredy le gusta tocar música, a mí me fascina tocarlo a él. Fredy y yo disfrutamos infinitamente de dormir a un lado del otro. Y despertar juntos. Y sonreír. Y ver salir el sol. Y sonreír más. Porque estamos juntos. Porque sale el sol. Porque sale el sol y seguimos juntos.

martes, 22 de julio de 2014


Me atrevo a llamarte ladrón. Y lo hago enlistando el número de cosas que te has ido robando. Comenzaste por llevarte las razones que poseía para sonreír, me quitaste la fuerza para sostenerme por mi cuenta, escondiste todas mis dudas, mis tristezas y faltantes. Viste mis inseguridades y vacíos y esos también me los quitaste. Nada puedo decir de mis miedos y barreras, de mis ganas de huir, de mi espíritu callado pues todos los perdí.  
Te robaste mis palabras, mi decencia y mi cordura.
Y es que ladrón cualquiera no eres. Pues todo me quitaste y todo me diste. 
¿De las razones? Me las repusiste con muchísimas más, si me quedé sin fuerza me diste tu mano. De mis dudas, tristezas y faltantes obtuve a cambio tus manos, tus ojos y, válgame Dios, tu sonrisa. A cambio de esas inseguridades y vacíos me regalaste canciones y momentos y los besos y las caricias reemplazaron todos los miedos y barreras. De mis ganas de huir ya sólo me quedan las ganas de quedarme en tus brazos. Me quitaste las palabras para expresarme pero me diste mil y un cosas para escribir.
¿Y de la decencia y la cordura? Me has dejado con esta gran, inmensa y tan adorada locura. 

Así que te demando de ladrón... pero también de amante perfecto. 



viernes, 2 de mayo de 2014

Los meses

Son 10 meses de haber dejado atrás las frietjes, las sonrisas y los amigos. 10 meses de abordar un avión destino mi hogar. 10 meses de abandonar mi hogar. De despedidas, lágrimas, promesas y miedos. Más que nada miedos. De últimos abrazos... de últimos besos. Y también son diez meses de recuperar los tacos, las sonrisas y los amigos. De reconocer y también conocer. Bajar de la cima y volver a subir. Salir de un continente y entrar a otro. Viajar de país en país y ahora viajar de momento en momento.
Son 10 meses de cambio, de emociones, de nuevos sabores...

Me gusta hacer una recapitulación de las etapas de mi vida antes de que terminen, para poder apreciarlas desde el interior y luego desde el exterior.

Son 7 meses de Sigur Ros y la luna sobre tu cabeza. 7 meses de verte sonreír y levantar una ceja cuando algo te intriga, de negar con la cabeza cuando digo algo estúpido, de poder abrazarte sin razón alguna y también hacerlo cuando existe una. 7 meses de verte cambiar de gustos musicales casi todos los dias, de sentirte tan cerca que no te quiero dejar ir, de tener en mi ranking tu olor como el número 1, de comparar tu esencia con el café y tu sabor con algo que aún no logro describir. Como días de invierno y música de verano.
7 meses de emocionarme al escucharte hablar de mil y un temas que en ocasiones no comprendo, de verte cantar mariachi como si fuera día de la independencia y bailar como si tus pies no tocaran el suelo. Tardes en tu jardín, incontables horas en el sofá. Miradas calladas, miradas ruidosas. Besos tímidos, besos sueltos. Manos juguetonas, palabras curativas, notas color sol.
6 meses de la mesa de billar.
Al final no importan los dias, los meses, los años, los siglos. Ni siquiera significan nada. El tiempo se mide con la intensidad de los sentimientos. Tú.


Voy a conseguir una máquina de escribir.
Sonrío y decido que es un buen día.
Te amo.

domingo, 6 de abril de 2014

Noches de marea baja y luz de vela.

"A mi se me antojo una niña un tanto timida que me encanta"

- Y caminaremos sobre esa playa que tanto me gusta estar mientras escucho la luz de la luna mover al mar. 

jueves, 13 de marzo de 2014

Lekker koud

¿Por qué hay tanto frío? El hielo que, imposible de derretirse, me congela los sentimientos y peor aún las ideas. 
Me miro al espejo sin ganas, hago una mueca de desprecio y me burlo de mi aspecto. Gris, apagado, frío. Lo encuentro bastante divertido. 
Los dias de correr con prisa hasta la puerta de mi casa y sentirme cálida en pleno invierno se han ido agotando hasta no quedar ni uno. El puñado de miedos que solían mantenerme viva ahora me sonríen como enemigos antes de salir victoriosos por la puerta. No, aún no se van, pero ¡valgame Dios si no los he visto reirse de mí más de un millón de veces! Se sientan a tomar cerveza cual cómplices de la felicidad pero luego voltean las cartas y se transforman en lo que realmente son bajo las máscaras de plumas que llevan puestas.

Se abre el telón. 
¡A cantar tinta!

jueves, 6 de febrero de 2014

Podrían haber pasado más y noches y más días de lluvia y aún así sé que habría terminado contigo.


Es un puerto en el fin del mundo, lo recuerdo como en un sueño pero sé que nunca he estado aquí.
 El lindo día soleado que era esta mañana se ha convertido en una tormenta y hace un poco de frío, la humedad de la lluvia se filtra a través de mi suéter pero a pesar de eso no me muevo a un lugar seco. El agua cae sobre mí con cariño, como si me acariciara los recuerdos... los buenos y los malos. 
El puerto y las calles están vacías a excepción de una heladería donde algunas personas se resguardan del frío y la humedad. Es curioso cubrirte de un día como este en un lugar como aquél donde lo último que vas a comprar es un helado. Pero esa no es la razón de que me quede parada bajo el agua mirando al mar. La razón es esta sensación de libertad que me deja el estar mojada hasta los dedos de los pies, como si por fin me liberara de todo; de los dolores, de los miedos, las preocupaciones, los anhelos, los sueños, las memorias y los amores, de los buenos y de los malos, de los falsos y de los verdaderos. 
Sé que te extraño porque sé que existes y porque sé que todo lo que quise nunca existió. Pero me fui con la necesidad de no encontrarte más. Y mira. Me he encontrado un puerto bellísimo y es exactamente como lo quería. Lejos. 

Tengo ganas de caminar infinitamente, de no cansarme, de caminar sin buscar y sin encontrar. Solo pasando. Porque sé que así iré dejando mis huellas por el camino, mis dudas que solamente abarcan espacio en esta maleta ansiosa por irse lejos. Caminando infinitamente. 

Olvidarlo todo. Dejarlo todo. 
No es tan difícil después de todo. Lo sé. Lo viví. 
I'm gone. 

martes, 21 de enero de 2014

sábado, 4 de enero de 2014

Start again

Me gusta el eco que se escucha cuando escribo por aquí. Me gusta sentirme sola y guiada únicamente por los sonidos de mis recuerdos. Por eso no le pido a nadie que lo lea, no invito a nadie a pasearse por mis océanos. Me gusta estar así. Conmigo.

Hoy te escribo aquí porque te lo mereces, porque hoy me haces muy feliz y porque eres la razón de tantas sonrisas inesperadas y traviesas. Porque te lo has ganado.
Me gusta... me gusta todo. El sonido del silencio cuando estamos solos, la música que nos envuelve y nos desconecta del mundo, tus manos que no se están quietas, las mías que se ponen nerviosas, tus ojos que me sonríen, tu voz en la oscuridad, los mil pensamientos que pasan por mi cabeza y las mil sensaciones que recorren todo lo demás...