viernes, 2 de mayo de 2014

Los meses

Son 10 meses de haber dejado atrás las frietjes, las sonrisas y los amigos. 10 meses de abordar un avión destino mi hogar. 10 meses de abandonar mi hogar. De despedidas, lágrimas, promesas y miedos. Más que nada miedos. De últimos abrazos... de últimos besos. Y también son diez meses de recuperar los tacos, las sonrisas y los amigos. De reconocer y también conocer. Bajar de la cima y volver a subir. Salir de un continente y entrar a otro. Viajar de país en país y ahora viajar de momento en momento.
Son 10 meses de cambio, de emociones, de nuevos sabores...

Me gusta hacer una recapitulación de las etapas de mi vida antes de que terminen, para poder apreciarlas desde el interior y luego desde el exterior.

Son 7 meses de Sigur Ros y la luna sobre tu cabeza. 7 meses de verte sonreír y levantar una ceja cuando algo te intriga, de negar con la cabeza cuando digo algo estúpido, de poder abrazarte sin razón alguna y también hacerlo cuando existe una. 7 meses de verte cambiar de gustos musicales casi todos los dias, de sentirte tan cerca que no te quiero dejar ir, de tener en mi ranking tu olor como el número 1, de comparar tu esencia con el café y tu sabor con algo que aún no logro describir. Como días de invierno y música de verano.
7 meses de emocionarme al escucharte hablar de mil y un temas que en ocasiones no comprendo, de verte cantar mariachi como si fuera día de la independencia y bailar como si tus pies no tocaran el suelo. Tardes en tu jardín, incontables horas en el sofá. Miradas calladas, miradas ruidosas. Besos tímidos, besos sueltos. Manos juguetonas, palabras curativas, notas color sol.
6 meses de la mesa de billar.
Al final no importan los dias, los meses, los años, los siglos. Ni siquiera significan nada. El tiempo se mide con la intensidad de los sentimientos. Tú.


Voy a conseguir una máquina de escribir.
Sonrío y decido que es un buen día.
Te amo.