lunes, 23 de julio de 2012

Un mes, 32 dias, 760 horas... y para qué sigo calculando el tiempo. Tiempo, tiempo, tiempo... No te pases. Pero si, mejor si.


¿Se llamaba Julia? Creo que si. La muchacha de cabello corto que se reía en la esquina de la calle de esa ciudad que no conocía. Se reía mucho. Y sus tenis. Una simplemente no puede olvidar esos tenis que golpeaban el suelo como un tamborsillo, de esos que no se coordinan el derecho con el izquierdo ni el izquierdo con el derecho.
Todos disfrutaban del sol, el sol que para ellos era una esfera tremendamente calurosa y que para ella tan solo era un patético intento de calor en ese frío día de verano.
Pasos, pasos, pasos. Para. Pasos, pasos, pasos. Para. Ríe de nuevo. No puede dejar de sonreír.