martes, 11 de septiembre de 2012

Life is beautiful

Ya está oscuro. Y un poco borroso por las lágrimas de cocodrilo que se me escaparon de las ventanas. Fue un día muy extraño, un cumpleaños muy diferente. No fue malo. No. Pero si fue un poco pesado. Muchas veces sonreí a fuerzas, en muchos momentos sentía una nostalgia enorme y la ocultaba, fingia estar bien. No me gusta que mi familia me vea con esos ojos de “ah pobrecita, extraña su casa“ me tengan lastima y digan “es normal, a todos les pasa“ y me vean con cara de perrito. No. Siempre tengo la frente en alto y finjo que soy totalmente feliz. Asi me evito preocuparlos.

Recibí una llamada temprano de mi mamá, me cambié, hice el intento por peinarme y bajé lentamente las escaleras. En el comedor me esperaban Nico y Femke con unos panes (para variar) rellenos de chocolate y una tarjeta. Me dieron tres besos cada uno (Asi es la costumbre en ocasiones especiales) armé mi lunch y Nico me dijo que por hoy no tenía que tomar el camión, que él podia llevarme a la escuela.
La escuela fue lo mismo, aburrida y monótona. Hoy mis compañeros me dirigieron un poco más la palabra, la clase de deportes fue bastante pesada y luego a diseñar sitios web en la clase de multimedia. Odio el html.

Los últimos dias habian sido soleados y perfectos, hoy llovió y el cielo estuvo nublado todo el día. Las calles estaban vacías cuando iba de camino a casa. Con el cuerpo tembloroso y los sentimientos ocultos, bajé del autobus y caminé lo más lento que pude. Como siempre cerrando los ojos, sintiendo el aire en la cara e imaginando que estoy en otro lado.
La tristeza me ha llegado poco a poco, tal vez porque la he ido sacando de pedacito a pedacito o porque mi mente aún no lo asimila bien. Pero fue este fin de semana cuando de verdad caí en la cuenta y me sentí más sola que nunca. A partir de la primera noche que soñé con México y al despertarme pensé que estaba en el cuarto de mi mamá. Al día siguiente volví a soñar con México y al despertarme olvidé donde estaba y me asusté como nunca.
Ya sé que es tonto, extrañar cuando sé que voy a regresar. Pero no es fácil, suena fácil, no lo es. De ningún modo.
No tener un amigo con quien ir a tomar un cafe para contarle tus problemas es lo que hace las cosas más dificiles. Tengo a mis amigos del comité, los cuales son bastante lindos, pero no viven en esta misma ciudad.

Regina me escribió el día de hoy, deseándome feliz cumpleaños y haciendome recordar todos esos momentos que hemos vivido juntas desde que éramos chicas. Ella es la culpable de que un rio rápido se me escapara por los ojos.

De verdad que he valorado tantas cosas. Ahora me doy cuenta de mucho. Ni siquiera llevo un mes aqui y ya me estoy dando cuenta de la maravillosa vida que he tenido, de la familia tan increíble que me tocó, de la ciudad tan preciosa en donde nací, los amigos tan geniales que me encontré en el camino. He entendido tanto. Y aún me falta mucho, muchisimo por entender.




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