Y entonces me percato que estoy del otro lado, del lado que siempre me había parecido tan lejano. Y luego me doy cuenta que lo veo todo desde un angulo diferente, como una tercera persona. Y me acuerdo que, en algún momento, yo estaba ahí. Sonriendo. Triunfante.
Ya no. Ya no es así. Soy alguien más, ya no formo parte de esa bella familia, aunque no quiera aceptarlo. Aunque entre y me sienta en casa, sé que ya no formo parte. Sé que mi ciclo terminó. Y me acuerdo, me acuerdo de tantas cosas. Son tantos los recuerdos... pero ya no ahogan, no como lo hacían antes. Ahora se ven como un sueño, como si nunca hubiera pasado... como si todo lo hubiera imaginado. Lo veo como alguien más, en el recuerdo no parezco yo realmente. La persona que participaba en esas aventuras parece un personaje ficticio.
Pero ya no me entristezco porque sé que así tenía que ser. Aunque deba doler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario